La francmasonería es una sociedad filantrópica, filosófica y progresista. Sus objetivos: la exaltación y el perfeccionamiento de las más elevadas potencialidades humanas. La Orden asienta sus principios en ideales de Libertad, Igualdad y Fraternidad; y asume que el hombre puede alcanzar su realización a través de la Ciencia, la Justicia y el Trabajo (trilogía que constituye su lema).
Estos ideales, que en el seno de nuestra Institución no solo se expresan sino que se hacen realidad, fueron los que inspiraron a hombres de todos los tiempos a la hora de enfrentar y combatir regímenes opresores, despóticos o que negaban la dignidad de la condición humana. Valiéndose de una tradición iniciática compuesta por símbolos y alegorías, el lenguaje masónico trata de operar en lo profundo de la conciencia para sacar a la luz aquellos arquetipos que distinguen a los hombres cabales. De esta forma la Masonería se erige en baluarte y custodia el progreso de la humanidad, como así también en acérrima enemiga de la ignorancia, el fanatismo y la codicia.
La Masoneria no es hoy una sociedad secreta en cuanto a la Institución legalmente constituida; las autoridades argentinas le tienen concedida la personeria juridica desde el año 1879, y sus fines son igualmente conocidos por cuanto están enumerados en los Estatutos aprobados por el Gobierno de la Nación y ampliamente difundidos en diccionarios, enciclopedias y publicaciones históricas.

Pero, en épocas de cruenta persecución que en algunos paises se ha lanzado contra la Masoneria, es lógico que se hayan constituido grupos de masones discretamente reservados, lo mismo que hicieron los cristianos perseguidos por el Imperio Romano. Sin embargo, no es esta la verdadera motivación del llamado secreto masónico. Ese se refiere al estudio e interpretación de los simbolos y ritos de la Orden, de los cuales surge la utilidad de los trabajos realizados en las Logias.

Recordemos que hay dos categorias muy distintas de sociedades secretas:

1) Las organizaciones secretas (clandestinas) politicas, cuya acción y ejercicio son de duración limitada y cuyos fines son concretos. Nada tienen que ver con la Masoneria.

2) Las sociedades iniciaticas que de ningún modo intentan ocultarse, pero cuyo secreto consiste en reservar el conocimiento de los ritos y ceremonias a los iniciados porque se trataba de un método de perfeccionamiento espiritual. La Masoneria es, por excelencia, una sociedad iniciatica.
La Masonería no está afiliada ni puede afiliarse a ninguna religión determinada.
Elevándose sobre toda clase de discusiones, ofrece a los amantes de la Verdad el terreno más apropiado para la inteligencia mutua y la unión fraternal.
No reconoce en la investigación científica ninguna autoridad superior a la Razón Humana y rechaza, por tanto, las verdades reveladas que aceptan las religiones positivas.
Admite en su seno a personas de todos los credos religiosos, sin distinción, siempre que sean tolerantes y respeten todas las opiniones sinceramente profesadas; es decir: exentas de fanatismos, egoísmos y supersticiones.
La Masoneria no es una asociación politica ni puede confundir su actividad con la de ningun partido politico; pero el masón no debe estar al margen de los grandes problemas politicos de los pueblos y del mundo entero. En el seno de la Orden Masónica conviven hombres de diversos partidos y de diversas concepciones sociológicas mientras sean respetuosos y democraticos.

A la influencia de la Masoneria y de sus miembros se deben los grandes movimientos libertadores de Europa y América. La propia Revolución Francesa estuvo muy empapada de los principios masónicos, encarnados en la misma fórmula que todavia irradia luz con la trilogia de IGUALDAD, LIBERTAD, FRATERNIDAD.

El masón conserva fuera de la Logia toda su libertad de ciudadano y puede dedicar el ardor de su entusiasmo al servicio de sus ideales. En la Argentina, la Masoneria y sus miembros dilucidaron las dudas y erigieron los pedestales en que la conciencia pública venera las figuras inmarcesibles de San Martin, Belgrano y Rivadavia. Fue la Masoneria Argentina la que consiguió el apaciguamiento definitivo de las luchas internas después de Caseros y hasta la organización Constitucional y la federalización de Buenos Aires. Los Masones argentinos lucharon contra la fiebre amarilla, asistieron a los heridos del Paraguay (creando asi la Cruz Roja Argentina), promovieron las leyes del registro civil y del matrimonio civil, y desde hace décadas predica la equiparación de los derechos de la mujer además de otras numerosas obras de asistencia social y cultural.
Son sus principios: La Libertad, la Igualdad y la Fraternidad y su Lema: Ciencia, Justicia y Trabajo.

Se propone la investigación de la verdad, la perfección del Individuo y el progreso de la Humanidad.

Considera que la moral es tanto un arte racional, como un fenómeno evolutivo propio de la vida colectiva, que obedece a leyes naturales. Reconoce al Gran Arquitecto del Universo como símbolo de las supremas aspiraciones e inquietudes de los hombres, que anhelan captar la esencia, el principio y la causa de todas las cosas. Para el esclarecimiento de la verdad, no reconoce otro límite que el de la razón humana basada en la ciencia. Exige de sus adeptos la más amplia tolerancia y por ello respeta las opiniones políticas y las creencias religiosas de todos los hombres. Reconoce que todas las comuniones religiosas y políticas merecen igual respeto y rechaza toda pretensión de otorgar situaciones de privilegio a ninguna de ellas en particular.

La Francmasonería, Institución esencialmente humana, trabaja sin tregua por el logro de sus fines, buscando una más armónica estructuración de la vida sobre bases de amor y de justicia social.

Viene actuando, por ello, desde el fondo de los tiempos, como el tenso resorte que acelera la evolución teniendo en cada etapa de la historia una finalidad determinada de acuerdo con las necesidades y aspiraciones del ambiente.

Flecha de un anhelo proyectado al porvenir, sus esfuerzos del pasado han contribuido a los progresos que goza del presente. Aspira por la evolución y el esfuerzo organizado de la sociedad al perfeccionamiento cada vez mayor de la instituciones sociales, transformándolas en las que satisfagan, dentro de un régimen de libertad, justos anhelos de mejoramiento.

Procura por todos los medios lícitos a su alcance, dignificar al hombre capacitándolo, por un desarrollo superior de la conciencia, para el mejor y más amplio uso de sus derechos y libertades.

Condena la intolerancia, abomina el fanatismo y declara su repudio por los regímenes de fuerza y de violencia como contrarios a la razón y denigrantes para la especie.

Reconoce la fraternidad la condición primordial del género humano; es substantivamente pacifista y considera a la guerra como un crimen horrendo.

Estima que el trabajo es un deber esencial del hombre, y como tal le dignifica y le honra, sin establecer distingos ni categorías, pero juzga que el descanso es un derecho y se esfuerza porque la vejez, la invalidez, la infancia y la maternidad gocen de los beneficios del amparo al que son acreedores.

Libertad, Igualdad, Fraternidad

Libertad de la persona humana y de los grupos humanos ya sean instituciones, razas o naciones, y en todos sus aspectos, es decir, libertad de pensamiento y de movimiento.

Igualdad de derechos y obligaciones de los individuos y grupos humanos sin distinción de religión, raza o nacionalidad.

Fraternidad de todos los hombres, y de todos los pueblos y naciones; porque todos los seres humanos nacen libres e iguales en derechos y en dignidad. Un alto espíritu de fraternidad inspira los actos de la Masoneria.

Ciencia, Justicia, Trabajo

La Ciencia logra el esclarecimiento del espíritu y la jerarquización de los valores intelectuales, asi como la discriminación del saber humano, armonizando la aspiración a la Verdad con el reconocimiento de las posibilidades del hombre. Es fuente de modestia, cualidad que se opone al orgullo y al dogmatismo intelectivo que muchas veces separan a los hombres.

La Justicia es necesaria para equilibrar las relaciones humanas y para educarnos en la adaptación a las evoluciones sociales.

El Trabajo, que es condición fundamental de la existencia humana, debe ser para el masón un mecanismo creador de vida espiritual. Por el trabajo, el hombre se dignifica y se hace económicamente independiente dentro de la sociedad civilizada.

En síntesis: la Masoneria postula el mejoramiento intelectual, moral y social del hombre y el progreso de la sociedad humana; lograr una evolución dinámica del hombre y del mundo sin menoscabar las tradiciones, la experiencia y los ritos del pasado, y olvidar las pasiones y los interese materiales para alcanzar la serenidad del juicio y de acción tan necesaria en los momentos decisivos de toda labor humana.

La historia de la Masonería ha sido dividida por muchos autores en cinco épocas o períodos que detallaremos a continuación:


La primera época comprende desde los tiempos primitivos hasta la llamada "Carta de York" , que se atribuye al príncipe Edwin de Inglaterra, promulgada según la tradición en el año 925 de la E.'. V.'..


De acuerdo a tales tradiciones la ciudad de York fue construida en el siglo I antes de la Era vulgar por los equipos de constructores que acompañaban siempre a las legiones romanas (y que se llamaban "Collegia Fabrorum"; su nombre primitivo fue "Eboractum") .


Estas tradiciones aseguran que fue convertida luego en el centro de las. hermandades de constructores , que encontraron en ella refugio seguro y se conservaron intactas salvándose de la ruina y descomposición a que llegaron en diferentes épocas las mismas corporaciones en el Continente .


La Carta de York es un documento cuya autenticidad ha sido puesta en duda por algunos investigadores; de ella se dice que constituye uno de los códigos mas antiguos de la Masonería, y sobre él se han basado las principales Constituciones que se conocen. Se expresa en diversos estudios cobre la Historia de la Masonería lo siguiente :


"Hacia el año 925 de la era vulgar, el rey Adelstan, nieto de Alfredo el Grande, educado por sacerdotes arquitectos y arquitecto él mismo, hizo educar en este arte al segundo de sus hijos, el príncipe Edwin, nombrándolo Jefe o Gran Maestre de la Confraternidad de Constructores. Deseoso este príncipe de reconstituir estas Confraternidades de conformidad con las antiguas leyes y costumbres y de reparar las perdidas ocasionadas por los incendios y la destrucción de las guerras, convoco a todas las Logias de Constructores del reino citándolas en York para la celebración de una Asamblea. En esta, el Rey sometió al examen de los reunidos, una nueva Constitución que fue votada y aprobada, siendo declarada desde entonces como ley única y suprema para el régimen y gobierno de la Confraternidad.


"Desde ese día la ciudad de York se convirtió en la Sede de los Grandes Maestros , y la Constitución a que se dio ese nombre ha sido la base de todas las demás Constituciones y leyes fundamentales, que después se formularon."


Todo lo anterior a estos hechos está constituido por algunos pocos hechos históricos y un cumulo de leyendas y mitos.


Los hechos históricos son, por ejemplo, que las legiones romanas tenían, cada una, compañías de Constructores para la instalación de los campamentos fortificados adonde quiera que se instalaban.


Que seguramente también los tuvieron los ejércitos de Aníbal, de Pirro, de Alejandro y de los reyes persas que trataron de invadir Grecia. Es natural que los tuvieran los reyes de Asiría, cuyos ejércitos eran expertos en sitiar las ciudades enemigas. Expertos arquitectos e ingenieros fueron, sin duda alguna, los sacerdotes que levantaron las pirámides y los templos de Egipto, los de Babilonia, de Asur y de Nínive.


Asimismo, los fenicios fueron muy expertos ingenieros, y seguramente aprendieron el arte de los egipcios con quienes mantenían estrechas relaciones comerciales. Y asi vemos que hacia el año 3.000 antes de la era vulgar, Hiram , rey de Tiro, contemporáneo del rey Salomón de Israel, amplia la ciudad de Tiro que estaba edificada en varias islas separadas por canales poco profundos, haciendo cegar tales canales y terraplenar luego el terreno ganado al mar.


Indudablemente una obra de ingeniería tal, no podía hacerse sin la dirección de expertos en este arte.


Vemos también que cuando Salomón resuelve construir el primer Templo a Iavé en Jerusalem, apela a la ayuda de Hiram , quien le envía al mejor de sus arquitectos , Hiram Abí, que era hijo de un hombre de Tiro y una viuda de la tribu de Neftalí; y con él, miles de obreros expertos en el arte de construir.


Sobre la base de estos hechos históricos se han desarrollado leyendas y mitos .


Leyendas que hacen ,por ejemplo, una Logia masónica de los grupos de obreros que construyeron el Templo de Salomón, siendo este el Venerable Maestro, Hiram el rey de Tiro, Primer Vigilante, y el Arquitecto Hiram Abí, el Segundo Vigilante.


Y entrando al terreno de los mitos , nos encontramos con los que pretenden que Moisés y Josué fueron grandes Maestros Masones, que lo fue asimismo el patriarca Noé, constructor del Arca; y remontando a la aurora de los tiempos bíblicos, el mismo Adán resulta haber sido el primer masón.


Naturalmente se comprende que ninguna de estas leyendas ni estos mitos están fundamentados en el rigor científico de una documentación histórica.


Sí lo está, en cambio, lo relacionado con las Hermandades de Constructores de la Alta Edad Media, cuya acción más importante comprende lo que puede considerarse la segunda época de la Institución; y que, en realidad debería considerarse como la primera, ya que aquí ya entramos en la Historia, con las Logias de Constructores de la ciudad de Estrasburgo.


Esta antiquísima ciudad, que en sus primeros tiempos se llamo Argentorantum , fue uno de los principales establecimientos romanos de las galias, y es célebre en la historia de los antiguos Gremios y las Confraternidades de Constructores, por haber sido sede del primer poder central establecido por los francmasones de Alemania .


El establecimiento de las corporaciones de Constructores (o francmasones) en Estrasburgo data de los tiempos en que los romanos ocuparon aquella ciudad. Los miembros de los "Collegia Fabrorum" que acompañaban a las legiones romanas, se instalaron en ella con preferencia, y no tardaron en construir un centro importante, del que irradiaron numerosas corporaciones que se extendieron por toda la Galia transalpina, de las que derivaron luego las celebres corporaciones francas que se formaron después del abandono de aquellas provincias por los romanos. Aunque las ciudades de Como en Italia y Colonia en Alemania prevalecieron durante algunos unos siglos, la construcción de la famosa catedral, vino a dar nuevamente la primacía a Estrasburgo.


La época de esta superioridad data del siglo XIII, en que terminado el cuerpo principal del proyecto primitivo, se reformo este, ampliándose con la adición de nuevas obras de mucha mayor importancia, cuya ejecución fue confiada al célebre arquitecto Erwin de Steinbach.


La acertada organización que este hombre eminente supo dar a los trabajos , la vida y el movimiento que imprimió a su Logia, los importantes Congresos que promovió y los grandes privilegios que logro obtener de los Papas y de los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico en favor de las Confraternidades, acabaron de dar a la Logia de Estrasburgo una importancia tan grande que a ella se rindieron espontáneamente todas las demás Logias de Alemania, proclamándola autoridad suprema de la Confraternidad, y confiriendo al Maestro de la misma el derecho de resolver sin apelación en ultima instancia en todos los asuntos de la Institución.


Entre los muchos Congresos celebrados por la Gran Logia de Estrasburgo, son dignos de mencionar: el efectuado en 1275 bajo la presidencia del mismo Steinbach; el convocado en 1459 en Ratisbona por José Dotzinger, en el que se sanciono la nueva Constitución elaborada en Estrasburgo en 1452 y que se basaba en las leyes adoptadas por ingleses e italianos. Constitución que se distinguió con el titulo de "Estatutos y Reglamentos de la Confraternidad de los Canteros o picapedreros de Estrasburgo"; El segundo Congreso de Ratisbona, en 1464, notable por el importante acuerdo en que se deslindo la jurisdicción respectiva y los derechos recíprocos de las cinco Grandes Logias que existían en aquella época en Alemania, y que eran las de Colonia, Estrasburgo, Berna, Viena y Magdeburgo; el de Spira, convocado en 1469, en el que se determinaron los derechos y las atribuciones de las Logias; el de Basilea, reunido en 1563, en el que se resolvieron las dificultades y desavenencias que se hablan suscitado entre las 22 Logias que dependían directamente de la autoridad de la Gran Logia de Estrasburgo, y en el que fueron revisados y sancionados los Estatutos de 1459; y por último el Congreso de 15641 celebrado en Estrasburgo, en el que, para poner termino a las repetidas competencias que surgían tanto entre las Logias como entre las Grandes Logias , se decidió que todos los asuntos concernientes a la Confraternidad, serían sometidos en última instancia, a la Gran Logia de Estrasburgo y fallados por esta sin apelación.


Algunos historiadores sostienen que la Sociedad de constructores de la catedral de Estrasburgo fue la primera cuyos miembros adoptaron el nombre de Francmasones.


Diversas causas, ajenas unas a la Masonería y propias otras del desarrollo de ésta, determinaron la desorganización de este centro poderoso que tanta influencia había ejercido durante mas de cinco siglos, y que gravemente debilitado en 1670, acabo por extinguirse en l720, es decir cuando ya estaba en marcha la nueva organización de la masonería simbólica establecida el 24 de Junio de 1717 en Londres.


La parte más importante de esta segunda época, puede considerarse comprendida entre la construcción de la catedral de Estrasburgo y el Congreso de 1564.


En esta época, especialmente en el período comprendido entre los siglos XI y XVI es que las confraternidades de constructores reciben la influencia de instituciones que nada tenían que ver con el arte de construir: por ejemplo: los Rosacruces y Templarios.


En los siglos XII y XIII tienen lugar las Cruzadas.


No cabe ninguna duda que los ejércitos de los Cruzados, sabiendo de antemano que tendrían que sitiar las ciudades del Asía Menor que encontraran en su camino a Jerusalem, llevaron consigo todos los elementos humanos necesarios, aptos en el arte de construir fortificaciones; y desde luengo, preocupados por el misticismo religioso fanático que les guiaba, llevaron también hombres expertos en la construcción de iglesias.


Estos constructores, al regresar a Europa, trajeron consigo muchos secretos del arte de construir aprendidos de los arquitectos y constructores de Oriente.


Los jefes de las Confraternidades de Constructores trataron de que tales secretos no fueran divulgados; de ahí que los que entraban a formar parte de la Hermandad juraban no revelar jamas los secretos del oficio que aprendían, ni tampoco las formulas y los signos de reconocimiento de la Asociación.


Cada Logia tuvo su Estatuto; naturalmente que había muchos elementos comunes en los Estatutos de las distintas Confraternidades.


Ya vimos que todos estos Estatutos fueron unificados en el Congreso de Ratisbona en 1459, reunido por José Dotzinger, que fue reconocido entonces como Gran Maestro de la cofradía de los Masones Libres de Alemania, la cual estaba compuesta por Maestros, Compañeros y Aprendices .


Al parecer, estos constructores de Alemania fueron los primeros que tomaron la denominación de "Freimaurer" "Masones Libres" o "Francmasones", desde la época del Congreso reunido en 1275 por Erwin de Steinbach, Maestro Arquitecto de la Logia de Estrasburgo.


Se cree que la palabra "Logia" proviene de la denominación alemana "Bauhütte" que se daba a la habitación en que el Arquitecto se reunía con los capataces o jefes de los distintos gremios que intervenían en la construcción de la Catedral: canteros, albañiles , carpinteros, vidrieros, etc.. Esta habitación, se construía antes de dar comienzo a las obras de la Catedral misma.


No hay pruebas documentales de que los Caballeros Templarios y los Rosacruces hayan aportado su influencia dentro de las Confraternidades en los siglos XII y XIII; pero es casi seguro que, al ser destruida la Orden del Temple por el rey Felipe el Hermoso de Francia y el Papa Clemente V, a principios del siglo XIV, muchos de sus miembros hayan escapado a Inglaterra y se hayan refugiado en las Logias de Constructores de aquel reino, que entonces eran tan florecientes como las de Alemania.


Como estos monjes guerreros debían conocer mucho de fortificaciones , tenían seguramente conocimientos suficientes del arte de construir que les permitieron ingresar a las Logias como verdaderos francmasones, es decir, expertos en el arte de construir.


En cuanto a los Rosacruces, nada se sabe de cierto con respecto a su origen.


Según una versión, eran ya conocidos desde el siglo XII como filósofos herméticos enviados de Oriente con la misión de propagar las ciencias ocultas por toda Europa.


Dejando de lado el aspecto legendario de la cuestión, los estudiosos más modernos están de acuerdo en admitir que el origen de esta institución se eleva a tiempos muy remotos, y que el objeto de sus investigaciones no puede ser otro que el estudio de la filosofía natural.


Esta escuela filosófica tenía por finalidad poner a los hombres inteligentes y de animo esforzado, al abrigo de los errores y supersticiones. que esclavizaban a la multitud , y para ello debían adquirir conocimientos científicos y hacer estudios filosóficos que les inspiraran la firmeza de voluntad , el deseo de su perfeccionamiento moral, el amor al trabajo, la filantropía, y, en suma, la práctica de todas las virtudes morales y sociales.


Es casi seguro que muchos alquimistas celebres de la Edad Media fueron miembros de la Hermandad de los Rosacruces. Y es un hecho comprobado que ya en el siglo XVI muchas Logias de constructores habían empezado a admitir en sus cuadros a individuos totalmente ajenos al arte de construir, pero que poseían conocimientos científicos y filosóficos que los hacían elementos muy valiosos en las instituciones a las que aportaban su saber.


Seguramente data de esta época el ingreso a las Logias francmasónicas de filósofos herméticos, rosacruces, alquimistas, iluministas , etc.


Probablemente una de las causas que dieron lugar a que las Logias de francmasones dieran entrada a elementos ajenos al arte de construir, debe buscarse en la Reforma religiosa promovida por Martín Lutero.


Las guerras de Religión fueron, en el siglo XVI, sangrientas y verdaderamente feroces. Y puede aceptarse como hecho muy probable que muchos de esos individuos, demasiado conocidos por su saber, ante el peligro de ser sospechosos de herejía para la iglesia Católica, o de ser "papistas" para los distintos grupos protestantes (luteranos, calvinistas, hugonotes, etc.) procuraron ingresar a las Logias de constructores buscando refugio indudablemente seguro, ya que las Logias seguían teniendo fueros y privilegios dados por los Papas, los Reyes de todos los países cristianos, y los Emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico.


Algunos se preguntarán si los motivos que tuvieron las Logias de Constructores para admitir en su seno a estos hombres totalmente ajenos al arte de construir fueron pura y exclusivamente los de protegerlos de las persecuciones a que se veían expuestos . Por nuestra parte nos inclinamos a creer que en el fondo hubo un motivo utilitario.


Es sabido que en la Edad Media todos aquellos que se dedicaban al estudio de la Alquimia y las ciencias ocultas, estudiaban y practicaban la medicina; y lo hacían por caminos de investigación, experimentación y observación que por lo general no se practicaban en las más celebres Universidades y escuelas medicas de Europa, que vivieron durante largos siglos aferradas a las obras de Galeno y Avicena, repitiendo de memoria como un catecismo, las formulas y conclusiones expuestas por aquellos dos grandes médicos, sin tratar jamás de verificar si sus observaciones eran exactas.


Las Logias de Constructores tienen que haber visto con gran complacencia, que aquellos hombres que en la práctica de la medicina realizaban curas que muchas veces eran tenidas por el vulgo como cosa de brujería, vinieran a integrarse a sus cuadros como miembros activos, ya que contando con ellos , aquellos de sus miembros que se accidentaran o enfermaran, sabían que serían atendidos por médicos que tenían más posibilidades de curarlos, que los que ostentaban los diplomas expedidos por Universidades y escuelas de medicina de gran renombre, pero de menos éxito en la práctica medica que estos estudiosos que por lo general eran tenidos por hechiceros. Cosa que no preocupaba mucho a los miembros de las Logias, acostumbrados durante siglos a las prácticas de libertad que les daban sus fueros .


Del ingreso de estos hombres de ciencia a las Logias masónicas como medida de salvación, al desarrollo de su influencia filosófica y científica en las Logias que los acogían, no había mas que un paso. Y es así como a mediados del siglo XVII (exactamente en el año 1646) encontramos en la Logia de francmasones de Warrington , en Edinburgo, a un alquimista y anticuario: Elias Ashmole , nacido en Litchfield en el año 1617 y muerto en l692. Se dice que en aquella Logia ya hacía mucho tiempo que ingresaban personas ajenas al arte de construir. Lo cierto es que en 1641, había ingresado en una Logia de Newcastle, John Murray, un sabio muy amigo de Elias Ashmole, y que fue quien hizo ingresar a este en la Logia de Warrington. De ambos se ha dicho que eran rosacruces.


Elias Ashmole, profundo conocedor de la Alquimia, la Cabala, los Misterios antiguos y los anales de los pueblos primitivos , noto de inmediato la marcha decadente que se empezaba a producir en las Logias de Francmasones , y se consagro a la tarea de regenerarlas bajo el velo de la Arquitectura por medio de una representación de los misterios de la iniciación antigua india y egipcia, dando a la nueva asociación un objeto de unión, perfección, progreso, fraternidad, igualdad, y ciencia, mediante un lazo universal basado en las Leyes de la Naturaleza y en el amor a la humanidad. Se le atribuye el haber elaborado las bases de la organización de los tres Grados en que debía fundamentarse su sistema de solidaridad y perfeccionamiento humano; y asimismo, de haber redactado los rituales de Aprendiz, Compañero y Maestro, fomentando así la tendencia regeneradora de la Institución. Pero nada de esto está probado en documento fehaciente. Como tampoco está probado que las cuatro Logias reunidas el 4 de Junio de 1717 para constituir la Gran Logia de Londres, adoptaran los rituales atribuidos a Elias Ashmole, independizándose de la Gran Logia de York.


Volvamos atrás con la Gran Logia de York, de la que se dice que tenía por base la llamada Carta de York atribuida al príncipe Edwin, en el año 925 a lo que nos referimos al principio.


Entre 1655 y 1670 se produjeron en Inglaterra los graves sucesos que provocaron el destronamiento y decapitación del rey Carlos I.


Fue así que se introdujeron en las Logias, según se afirma por muchos autores, algunos grados de carácter político por los partidarios de los Estuardo; entre estos Grados , los conocidos con la denominación de Maestro Templario y Maestro Escocés , que según se ha afirmado por diversos historiadores de la Masonería años después fueron confirmados por el rey Carlos II en una Asamblea realizada en York.


Uno de los principales propagadores de este sistema fue el Capítulo titulado "Cannotage de Kilwining" , que al parecer se hallaba constituido en su gran mayoría por partidarios de los Estuardo.


Cuando se reunieron las tres Logias de Escocia para fundar la Gran Logia de aquel país, la antigua Logia Capitular "Cannotage de Kilwining" planteo su derecho a ser registrada con el No.l, ya que, según la tradición su origen databa del año 1128; pero como no pudo presentar ningún documento que acreditara su antigüedad, las Logias congregadas no accedieron a su petición y encabezaron el cuadro con la Logia "Capilla de María" que exhibió un acta de constitución extendida en debida forma y fechada en 1598. Ante esta resolución, la Logia de Kilwining se separo del grupo y se constituyó en autoridad independiente. Posteriormente, ya constituida la Gran Logia de Londres en 1717 , la Logia de Kilwining se estableció en Edinburgo en el año l744 con el titulo de "Madre Logia de Kilwining", que mas tarde cambio por el nombre de "Gran Logia Real y Gran Capítulo de la Orden de Heredom de Kilwining".


Entre tanto, en Londres, hacia el año 1703, la Logia de "San Pablo" ya había iniciado los trabajos que se concretaron en 1717 con la reunión de las cuatro únicas Logias de Londres en la noche del 24 de junio, en la hostería del Manzano, en Covent Garden; y que se constituyeron en Gran Logia. A ella se afiliaron muy pronto las Logias de Gales, constituyendo la llamada "Gran Logia Provincial". La Gran Logia constituida el 24 de junio de 1717 prescindió desde el principio de la autoridad que se atribula la Gran Logia de York.


Los historiadores de la Orden admiten que la tercera época de la historia de la Masonería termina aquí, y que el 24 de junio de 1717 se inicia la cuarta época, que se supone finaliza con las Grandes Constituciones de Federico II de Prusia, a quien se atribuye la creación de los últimos Grados del Rito Escoces Antiguo y Aceptado, supuestamente promulgadas el 1 de mayo de 1786.


Sin embargo, esta afirmación carece de toda base documental. Jamas se ha encontrado ningún documento referido a la creación del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, que lleve la firma de Federico; que, por otra parte, murió el 17 de agosto de 1786, después de once meses de enfermedad. En resumen, Federico murió apenas tres meses y medio de la fecha de la pretendida promulgación, con su firma, de las Grandes Constituciones del 1 de mayo de 1786.


Lo que real y verdaderamente se sabe de Federico, es que fue iniciado en 1738, cuando aun era príncipe heredero de Prusia.


Mas adelante veremos cual fue su reacción cuando se intento introducir en las Logias de Berlín, el sistema de los Altos Grados del Rito Escoces de Edinburgo, cuya creación, de alguna manera, se atribuye a Miguel Andrés de Ramsay hacia el año 1728.


Entremos ahora a referirnos a la Cuarta Época, que estaría comprendida entre el 24 de junio de 1717 y el año 1786, fecha de las Grandes Constituciones (1 de mayo de ese año) , o 1801 en que se constituyo en Charleston el primer Supremo Consejo del Grado 33 del Rito Escoces Antiguo y Aceptado.


Para estudiar algunos hechos de especial importancia, que pueden considerarse como antecedentes del 24 de junio de 1717, debemos retroceder al año 1666 en que ocurrió en Londres un gran incendio que destruyo buena parte de la ciudad. Para su reconstrucción, acuden no solo a las Logias de francmasones de Inglaterra y Escocia, sino también de los países del Continente. La obra de reconstrucción podía darse por terminada hacia el año 1710. Muchas Logias ya habían dejado de trabajar. Pero desde el año 1703, según ya hemos visto, la Logia de "San Pablo", que había venido a ser la más importante, trabajaba en la reorganización de la Institución, pero no ya como corporación operativa, sino como francmasonería especulativa.


Esta antigua Logia (que más tarde cambio su nombre por el de "Antigüedad" que mantiene hasta hoy con el número 2 entre las Logias dependientes de la Gran Logia de Inglaterra) con el propósito de aumentar el número decreciente de la Confraternidad, y de devolverle su importancia moral, toma una decisión que en cierto modo será el punto de partida de la cuarta época, y la base fundamental de la transformación de la masonería operativa en especulativa. En efecto, decide:


"Que ella continuará esta bella asociación que conserva preciosamente los símbolos tradicionales y las doctrinas humanitarias , y que los privilegios de la Masonería no serán más reservados a los obreros constructores, sino, como ya se practicaba antes, serían extendidos a los masones de todos los Estados que quisieran tomar parte en ella, siempre que fueran debidamente presentados , que su admisión fuese autorizada, y que fueran iniciados en forma regular."


Y al referirnos a esta época, debemos mencionar los datos biográficos de uno de los masones más ilustres que tomaron parte importantísima en la reorganización de la Orden: el Dr. Juan T. Desaguliers , nacido en La Rochela en 1683 y muerto en Londres en 1749.


El Dr. Desaguliers fue un sabio de gran nombradía en su tiempo; discípulo de Newton, había emigrado de Francia a Inglaterra a causa de la revocación del edicto de Nantes resuelta por el rey francés Luis XIV en 1685, resolución por la cual se prohibió el culto y todos los privilegios concedidos por el rey Enrique IV a los protestantes en 1598.


Desaguliers había llegado a ser presbítero de una iglesia protestante, y ante las persecuciones desatadas por la monarquía francesa, busco refugio en Inglaterra, donde todos los cultos religiosos eran libres.


Fue iniciado masón en 1709, precisamente en la Logia "San Pablo", que como ya dijimos desde 1703 estaba abocada a trabajos de reorganización de la Orden.


En febrero de 1717, el Dr. Desaguliers, apoyado por masones de gran jerarquía, convoca a una reunión en la hostería "El Ganso y la Parrilla", el lugar de reunión a la Logia de "San Pablo"; a ella asisten numerosos integrantes de las Logias "La Corona", "El Manzano" y "El Vaso y los Racimos"; estas Logias tomaban por nombre el de las hosterías de Londres y de Westminster en donde se reunían cada una de ellas . En esa reunión se torno el acuerdo de constituir una Gran Logia cuya primera denominación fue la de "Gran Logia de Londres" integrada por las cuatro Logias antes mencionadas .


El acuerdo definitivo tuvo lugar en la reunión del solsticio de verano el 24 de junio de 1717 realizada en la Hostería "El Manzano", lugar de reunión de una de las cuatro Logias principales .


Además de la resolución de constituir la Gran Logia, se resolvió que al frente de esta estaría un Gran Maestre que duraría un año en el ejercicio de su cargo, y que "el derecho de constituirse en Logia, que hasta entonces había sido ilimitado, no pertenecería en adelante sino a aquellas reuniones de masones que tuvieran la confirmación de la Gran Logia".


En la misma reunión fue elegido como Gran Maestre, Antonio Sayer, miembro de la Logia de "San Pablo". Otra de las importantísimas resoluciones tomadas por la Gran Logia, estableció que "las Logias no podrán conferir más que el Grado de Aprendiz; los de Compañero y Maestro serán conferidos por la misma Gran Logia".


Así, pues, un solo grupo de tres Grados, formaría en adelante el sistema ingles que daría lugar, al fundarse otras Grandes Logias sobre la misma base, a la denominación de "Masonería Simbólica", denominación un tanto arbitraria o impropia, ya que los altos Grados del llamado "sistema Escocés" (y cuya creación se atribuye a Miguel Andrés Ramsay, nacido en Escocia en. 1686 y muerto en 1743) , son también de carácter simbólico.


En el año 1718, en el cargo de Gran Maestro, Antonio Sayer fue sustituido por Jorge Payne, arqueólogo de renombre y anticuario, que en el mismo día de su elección pidió a todos los miembros de la Gran Logia, que le aportaran todos los documentos masónicos que tuvieran en su poder a fin de que, a través de su estudio, se pudiese establecer cuales habían sido los usos y costumbres de la Institución en tiempos pasados.


Su sucesor, el Dr. Desaguliers, electo Gran Maestro en 1719, procuro continuar esta tarea; pero tropezó con grandes dificultades, pues muchos documentos antiguos habían sido destruidos por quienes los poseían, por temor de que cayeran en manos profanas o que pudieran comprometerlos .


Payne , electo nuevamente Gran Maestro en 1720 , continua la obra sin desanimarse, y por fin logra compendiar 38 Ordenanzas Generales que presento a la Gran Logia, que las aprobó en 1721, dándoles la denominación de Antiguos Límites o "Landmarks" , palabra del idioma ingles que significa "mojón", "lindero" o "marca", estableciendo así las normas a que debe ajustarse la acción y el desenvolvimiento de la Orden. De hecho se considera a los "Antiguos Límites" como el estatuto ideológico señalado por Leyes, Usos y Costumbres de la Masonería, de las que no es posible apartarse sin desvirtuar su esencia misma.


En 1721 es elegido Gran Maestre el duque de Montagu, quien, considerando que las Ordenanzas recopiladas por Payne debían ser ampliadas , encargo a esta tarea al H.'. James Anderson, pastor protestante del mismo grupo que el Dr. Desaguliers.


El H.'. Anderson era hijo de un miembro de la. Logia de Aberdeen, de la que había sido secretario. Se había radicado en Londres en el año 1708, pero recién en 1721 aparece su nombre vinculado a los asuntos de la Gran Logia de Londres precisamente con motivo del trabajo que le encarga el Gran Maestro de ese año, el duque de Montagu.


Anderson termino el trabajo en el mismo año 1721, y presentó su informe en la Ten.'. del equinoccio de otoño (23 de setiembre de 1721), el que, inmediatamente fue sometido a estudio de una Comisión por 14 HH.-. de gran jerarquía. Esta Comisión se expidió en la Asamblea del equinoccio de primavera (25 de marzo de 1722) aconsejando su aprobación con algunas pequeñas modificaciones. El informe de la Comisión fue aprobado por la unanimidad de las 24 Logias presentes en esa Asamblea.


Se ha dicho por diversos autores que la documentación más importante manejada por Anderson fue la que se supone recopilada por Elías Ashmole; pero resulta mas verosimil la versión de que los principales documentos que consulto fueron el "Regius Manuscript" (el Manuscrito real) y el "Cooke's Manuscript" (el Manuscrito de Cooke) que datan de los años 1300 y 1410 respectivamente, y que son los documentos masónicos más antiguos que se conocen (y que se conservan en el Museo Británico) . Muchas de las disposiciones propuestas por Anderson coinciden con ambos documentos, lo que permite suponer que las tomo de ellos.


En el año 1723 fue elegido Gran Maestro el duque de Wharton; en la asamblea del 24 de junio de ese año fueron definitivamente aprobadas las nuevas Ordenanzas y Estatutos recopilados y preparados por Anderson con el voto unánime de las 20 Logias presentes; Anderson representaba una de esas 20 Logias . Este documento recibió la denominación de "Grandes Constituciones Generales" , pero su nombre más conocido (diríamos mejor, universalmente conocido) es el de "Constitución de Anderson" .


La resolución aprobatoria fue firmada por Felipe, duque de Wharton, Gran Maestre; J. T. Desaguliers , doctor en Leyes y Miembro de la Real Sociedad, Diputado del Gran Maestre; Joshua Timson y William Hawkins, Grandes Vigilantes; y por los Venerables Maestros y Vigilantes de las 20 Logias presentes.


La "Constitución de Anderson" o "Grandes Constituciones Generales" ha sido desde entonces la carta fundamental para todas las Grandes Logias de francmasones regulares , que directa o indirectamente solicitaron sus Cartas Patente a la Gran Logia de Inglaterra.


La nueva organización dada a la Francmasonería por Gran Logia de Inglaterra tuvo extraordinaria repercusion en la sociedad de entonces. Ya hemos visto cómo desde mucho tiempo antes ingresaban a las Logias individuos notables por su saber en diversas ramas de La Ciencia y el Arte. No tardaron en procurar su ingreso hombres pertenecientes a las mas altas esferas de la nobleza. Y asi hemos visto como en 1721 es elegido Gran Maestro el duque de Montagu; en 1723 el duque de Wharton. En el siglo siguiente, concretamente en 1668, fue Gran Maestro el príncipe de Gales, despues rey de Inglaterra con el nombre de Eduardo VII, que desempeño el cargo hasta 1901, en que ascendido al trono fue sustituido en la Gran Maestría por su hermano el duque de Connaught.


La influencia y la obra de la Gran Logia de Inglaterra se extendió prontamente, fundando Logias en varios países de Europa. El primero de todos, Francia, en que la primera Logia cuya existencia esta probada historicamente se estableció en Dunquerque con el nombre de ''Amistad y Fraternidad'', reconocida por la Gran Logia de Inglaterra el 13 de octubre de 1721, esto es, antes de la aprobación de la Constitución de Anderson.


Cinco años después, el 12 de junio de 1726, tres nobles ingleses, Ratcliffe, Maskeline, y D'Egerty, acompañados por varios masones también ingleses, que estaban desterrados en Francia, fundan la Logia "Santo Tomas" en París. Esta Logia recibió carta patente constitutiva de la Gran Logia de Inglaterra, y en menos de diez años incorporo más de 600 miembros y estableció otros Talleres en París: en 1720, a pocos meses de constituida, la Logia "Goustand"; en 1729, la Logia "Los Artistas de Santa Margarita"; en 1732, la Logia "Santo Tomás del Luis de Plata". Las cuatro Logias fundan, en 1735, la Gran Logia Provincial de Francia, a la que recién en 1743 la Gran Logia de Inglaterra le otorgo carta Patente como Gran Logia Nacional


En Holanda, ya existían en el año 1725 varias Logias dependientes de la Gran Logia de Inglaterra. Recien en 1770 se independizarán para constituir Gran Logia independiente .


En Italia, la primera Logia fue fundada en Florencia, en 1733, creándose otras inmediatamente en Milán, Verona, Padua, Venecia y Napóles, a pesar de la hostilidad de la iglesia católica, que no tardo en manifestarse oficialmente mediante la Bula de excomunión lanzada el 28 de abril de 1736 por el papa Clemente XII, conocida con el titulo "In Eminenti" .


En Escocia se organiza en 1736 la Gran Logia "San Juan de Escocia", donde ya existía como hemos visto, la Gran Logia Real y Gran Capitulo Soberano de la Orden de Heredom de Kilwining. La existencia de estas dos grandes Logias en Escocia tuvo capital importancia en el futuro de la organización de la Orden.


En Prusia, la primera Logia se constituye en 1721; la Orden se extendió rápidamente en este país , adquiriendo notable importancia. En 1738 es iniciado el príncipe heredero Federico, que sube al trono en 1740.


Federico II, ya rey, declara inmediatamente su calidad de masón, y propone la iniciación de su hermano Enrique Guillermo; de Carlos, marques de Brandeburgo; y de Federico Guillermo, duque de Holstein-Beck.


Se dice que a su iniciativa y esfuerzo se debe la creación de la celebre Logia "Los Tres Globos" que en 1744 con 14 Talleres, se había establecido en varias ciudades , fue elevada a la categoría de Gran Logia.


Se atribuye a Federico II la promulgación de las "Grandes Constituciones del Rito Escoces Antiguo y Aceptado" el 1 de mayo de 1766. Pero ya dijimos antes que nunca se ha encontrado documento alguno con la firma de Federico, que se refiera a ninguna Constitución relacionada con el Rito Escoces Antiguo y Aceptado. Por el contrario, autores de Historia de la Masonería, registran la versión de que, cuando se planteo en Berlín el intento de establecer el sistema de los Grados Escoceses, Federico no tardo en expresar su desagrado y su oposición, argumentando que dicho sistema solo serviría para crear disensiones y confusiones; y que al empezar a constituirse a pesar de su oposición, Logias con el sistema de Grados Escoceses, se retiro de la Orden y no volvió a hablar de ningún asunto relacionado con la Institución.


Más adelante nos referiremos al desarrollo del proceso ocurrido desde 175L. hasta 1801, que tuvo como resultado la creación del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Prosigamos con la relación referida a la acción de la Gran Logia de Inglaterra en la extensión de su influencia.


En España, la primera Logia aparece en Gibraltar (ya en poder de Inglaterra) en 1727; inmediatamente se fundo otra en Cádiz, y de ahí se extendieron a Sevilla, Málaga y Córdoba. Y en 1728, el duque de Wharton, delegado del Gran Maestro de la Gran Logia de Inglaterra, instala en Madrid la Logia "Matritense". El primer Gran Maestre de la Masonería española lo fue el conde de Aranda, durante cuya administración se constituyó el Gran Oriente de España.


En América, naturalmente fue en Estados Unidos donde se organizaron las primeras Logias. Así, el 30 de abril de 1733, el vizconde de Montagu, Gran Maestro de la Gran Logia de Inglaterra nombro a Henry Price Gran Maestro de la Gran Logia de América del Norte, quien organizo en el mismo año la Gran Logia de San Juan de Bostón. Al año siguiente se constituyo una Logia en Filadelfia, cuyo primer Venerable fue Benjamín Franklin.


La Gran Logia de Escocia organizo en 1769 la Gran Logia de Massachussets , la que se unió en 1792 con la Gran Logia de San Juan de Boston.


La Gran Logia de Carolina del Sur fue fundada en 1754; la de Carolina del Norte en 1771; la de Virginia, en 1778; y la de Nueva York en 1781.


En Rusia, las primeras Logias fueron fundadas por la Gran Logia de Inglaterra entre 1723 y 1730, aunque al principio tuvieron grandes dificultades por las características autocráticas de la monarquía zarista. Recién en 1740 fue creada la Gran Logia bajo los auspicios de la Gran Logia de Inglaterra. Posteriormente, bajo el reinado de Catalina II tuvieron gran difusión y desarrollo, contándose en ellas a todas las altas personalidades del gobierno y la nobleza, creándose en todas las ciudades más importantes gran numero de Logias.


En América del Sur, es seguro que las primeras Logias se fundaron en Brasil, donde ya las había a fines del siglo XVIII. A una de ellas perteneció el celebre patriota Tiradentes .


Y constituido el Brasil en monarquía independiente de Portugal, fue electo Gran Maestro de la Gran Logia de Río de Janeiro, el nuevo Emperador Pedro I. Su hijo, Pedro II, también ocupó el cargo de Gran Maestro .


Veamos ahora el origen del Rito Escoces Antiguo y Aceptado. Ya vimos que la Gran Logia de Inglaterra practicaba solamente el sistema de los tres Grados: Aprendiz, Compañero y Maestro, habiendo agregado en 1744 un cuarto Grado denominado Arco Real, antecedido por tres Grados intermedios: Maestro de Marca (Mark Master), Maestro Pasado (Past Master), y Muy Excelente Maestro (Most Excelent Master).


Entre tanto, la Gran Logia de York, que no había reconocido la jefatura de la Gran Logia de Inglaterra, se instala en 1744 en Edinburgo con el nombre de "Gran Logia Real y Gran Capítulo Soberano de la Orden de Heredom de Kilwining", estableciendo definitivamente el sistema de Altos Grados, tomando la autoridad exclusiva de conferirlos. La administración de los tres Grados simbólicos, la dejo a cargo de la Gran Logia de Escocia. Sin embargo, ya en 1728, Miguel Ramsay, miembro de la Gran Logia Real y Gran Capítulo Soberano de la Orden de Kilwining había logrado establecer el sistema escoces en algunas Logias de París. Y en la Asamblea Constitutiva de la Gran Logia Provincial de Francia, el 24 de diciembre de 1736, en la que Ramsay desempeño el cargo de Orador, se resuelve adoptar el sistema de los grados escoceses.


Sobre esta base, se constituye en 1754 en París, el llamado Capítulo de Clermont, que se atribuyo la administración de los Altos Grados en todas las Logias de Francia.


Cuatro años después, en 1758, el capítulo de Clermont, muy disminuido en su actividad, sirve de base para la constitución del llamado "Consejo de los Emperadores de Oriente y Occidente", cuyos miembros tomaron los títulos de "Soberanos Príncipes Masones, Sustitutos Generales del Arte Real, Grandes Vigilantes y Grandes Oficiales de la Soberana Gran Logia de San Juan de Jerusalem". De este Capítulo salieron todas las creaciones de Altos Grados que se formaron después.


En 1759, el Consejo de los Emperadores de Oriente y Occidente, crea en la ciudad de Burdeos un "Soberano Gran Consistorio de los Sublimes Príncipes del Real Secreto" con un sistema de 25 Grados que sera llamado después Rito de Heredom o "de Perfección" y que suele llamarse Rito Antiguo o Rito Escoces Primitivo.


En el año 1761, el. Consejo de los Emperadores de Oriente y Occidente otorga a uno de sus miembros, Esteban Morin (que se trasladaba a América del Norte por negocios particulares) una carta Patente con el encargo de propagar el "Rito de Heredom" de 25 Grados.


Esteban Morin se instalo en Santo Domingo; y en el año 1770 fundo un denominado "Consejo de los Príncipes del Real Secreto de Kingston" en Jamaica, nombrando numerosos Inspectores Generales, entre ellos a los HH.-. Francken, De Grasse Tilly, de la Hogue y Hacquefc.


El Gran Consistorio de Burdeos, del cual dependía el cuerpo formado por Esteban Morin en Jamaica, cae en sueño en 1781; pero el cuerpo establecido en América continua trabajando en el sistema de 25 Grados; y 20 años después, en Asamblea realizada el 31 de mayo de 1801, constituyen en Charleston un cuerpo al que denominan "Supremo Consejo de los Grandes Inspectores Generales para los Estados Unidos de América" y al sistema del rito de Heredom de 25 Grados, agregan 8 mas, constituyéndose así el desde entonces llamado "Rito "Escoces Antiguo y Aceptado".


Fue, pues, este el primer Supremo Consejo del Grado 33 del Rito Escoces Antiguo y Aceptado; y de el han recibido su carta Patente, directa o indirectamente, todos los Supremos Consejos actualmente existentes en todo el mundo.


De Grasse Tilly fue uno de los Miembros Fundadores del Supremo Consejo de Charleston en 1801. Al año siguiente regresa a Santo Domingo, y con el H.'. La Hogue funda en esa ciudad el segundo Supremo Consejo del cual fue Soberano Gran Comendador.


En 1803, De Grasse Tilly regresa a Francia y consigue fundar en París, el 22. de setiembre de 1804, un Supremo Consejo al que se afiliaron rápidamente la mayor parte de las Logias de Francia. Tomo como base la Logia Escocesa "San Alejandro", en la cual elevo al Grado 33 a numerosos Hermanos.


En la Asamblea convocada el 12 de octubre de 1804 se constituyen en Gran Consistorio, que inmediatamente convoca a una Asamblea General para proceder a la constitución de una Gran Logia, la que se constituye con el nombre de "Gran Logia General Escocesa de Francia del Rito Escoces Antiguo y Aceptado". Fue electo como Primer Gran Maestro y Gran Comendador, el príncipe Luis Bonaparte, hermano del Emperador, con Grasse Tilly como Lugarteniente. La nueva organización se extendió rápidamente, y actualmente es el rito mas universalmente conocido y practicado por el mayor numero de HH.-. en todo el mundo.

La masonería Argentina, como se la conoce ahora, tuvo como partida de nacimiento la constitución de la Gran Logia, el 11 de Diciembre de 1857. Esta constitución produjo un complicado trámite a raíz del virtual enfrentamiento entre Miguel Valencia (1799-1870) que provenía de una familia unitaria que había retornado del Brasil, luego de un extenso exilio, y José Roque Pérez (1815-1871), un federal que habia sido funcionario diplomatico durante el gobierno de Rosas.

Desde luego que no fueron los ingleses los que reconocieron a los masones argentinos. Valencia tenia poderes conferidos por la masonería brasileña, ajena a la tradición argentina, y Pérez,relaciones estrechas con la Gran Logia de Montevideo, que era el centro masónico fundamental en el Rio de la Plata.

Miguel Valencia era, como Pérez, un jurisconsulto. En 1832 había sido redactor de El Telégrafo del Comercio, pero al poco tiempo tuvo que abandonar Buenos Aires por la persecucion rosista y se trasladó al Brasil, donde dictó varias cátedras de derecho en la Universidad de Río de Janeiro y colaboró en el periodismo.

Después de Caseros, Valencia fue miembro de la judicatura, dictó cátedra en la Facultad de Derecho porteña y, a partir de 1853, formó parte del Senado bonaerense en la fracción antiurquicista. Era un orador fogoso y su actividad política fue favorable al partido porteño.

En la masonería lo había iniciado el doctor Julián Alvarez (1788-1843), figura clave de la masonería en mayo de 1810'3. Valencia militó en la masonería chilena y en la "Logia Capitular Regeneración", de Niteroi, Brasil.

Al retornar a Buenos Aires, mantuvo diferencias con José Roque Pérez, apresurándose a crear, a principios de 1857, el denominado "Gran Oriente de la Confederación Argentina", pero su esfuerzo fue efímero y poco aglutinante. Jose Roque Pérez y la amplia mayoría de los masones de la época no querian una masonería unitaria sino que pretendían otra que impulsara la unidad nacional. En pocos meses, Pérez recorrió las tres logias que reconocían el liderazgo de Valencia y lo dejó sin base de sustentación. Con las que le respondian y con aquellas que se habían agrupado junto al doctor Valencia, José Roque Pérez fundó la actual Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones.

La constitución de la Gran Logia dio organicidad a las diversas logias, uniendo a las que actuaban en Buenos Aires y luego a éstas con las del interior del país. Aquel 11 de diciembre de 1857 realizaron el pacto de unión las logias "Union del Plata", "Confraternidad Argentina", "Consuelo del Infortunio", "Tolerancia", "Regeneración", "Lealtad" y "Constancia", eligiendo como Gran Maestre al doctor Jose Roque Pérez. Jurista notable, diplomático, filántropo y humanista, Pérez, junto a otros cofrades, en su mayoría médicos - como el doctor Manuel Gregorio Argerich -, murieron socorriendo a los enfermos durante la epidemia de fiebre amarilla. El pintor uruguayo Juan Manuel Blanes (1830-1901) inmortalizó a los mártires masónicos en su cuadro La fiebre amarilla, donde están representados José Roque Pérez y Argerich, junto a un adolecente, trasponiendo el portal de una casa y aparecen una mujer, en el suelo, muerta, y su bebé gateando en busca de socorro.

Bibliografía
La Masonería
Política y Sociedades Secretas
Emilio Corbière
Editorial Sudamericana
Páginas 150,151,152

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